jueves, septiembre 14, 2006
Donativos inteligentes
¿Alguna vez has sentido sinceras ganas de colaborar con alguien?
¿Cuántas veces has dado una moneda a alguna persona que te la pide en la calle?
Es increíble darnos cuenta que en México no hay cultura de la Asistencia y de la Donación. Preferimos lo que es más cómodo para nosotros, que es simplemente ignorar lo que pasa a nuestro alrededor.
Es evidente especialmente ahora, que los problemas de la sociedad deberían ser resueltos por medio de la política y que la política ha fallado. De hecho todos los grupos humanitarios (a nivel mundial) y las Instituciones de Asistencia Privada (IAP) existen sólo porque la política ha fallado en resolver los múltiples problemas sociales que nos aquejan. Ante la desesperación y el sentido común y humano, se crean estos organismos que desempeñan funciones que los gobiernos tienen obligación de atender.
Desafortunadamente, con el tiempo nos acostumbramos a esto y eventualmente hasta se generan reclamos y críticas contra estos organismos, olvidando que las propuestas y los resultados deberían de venir de los gobiernos que para eso están.
Los gobiernos en muchos casos, sólo regulan las IAP una vez que se han multiplicado y casi nunca es por iniciativa del propio gobierno sino por petición expresa de algún grupo de la sociedad (porque además siempre habrá algún estafador esperando una oportunidad de sacar provecho).
Existe entonces en muchos casos la simple regulación en lugar de generar leyes o de formar instituciones que vayan tomando la función de estos organismos.
Es por eso que es de vital importancia que como ciudadanos hagamos dos cosas:
1. Que nos involucremos en la política para exigir a nuestros gobernantes que generen soluciones en forma de leyes o instituciones.
2. Que cambiemos de mentalidad con respecto a la donación y el voluntariado para llevarlo a cabo y fomentarlo.
Es alarmante pensar que en México no hay una cultura de la donación y el voluntariado.
Por otro lado los pocos que toman conciencia o se dejan tocar por la indignación del sufrimiento ajeno no donan ni hacen voluntariado, sino que para calmar su conciencia, le dan su moneda al indigente, al cual no solo no le significa una ayuda real, sino que lo acostumbra a solo recibir sin ningún esfuerzo.
Si en lugar de eso se hace donación o voluntariado, las instituciones saben en que invertir el donativo para que haya un impacto positivo y de mayor alcance sobre el sector al que ayudan.
Por cierto, al hablar de voluntariado y donación no me refiero exclusivamente al otorgado a las IAP de ayuda humanitaria sino también a aquellas que dedican sus esfuerzos a la ayuda a los animales y al medio ambiente, ya que también este tipo de ayuda incide sobre el nivel de vida de la población humana.
Me quedo con algunas preguntas que tocaré en los días siguientes:
1. ¿Cómo seleccionar a quien ayudar de entre todo el universo de instituciones de asistencia privada?
2. ¿Cómo poder ejercer presión a los políticos para que den resultados?
P.D.: Si para la pregunta 2 pensaste en un plantón, vas equivocado, piensa otra vez.
Puedes decir que soy un soñador pero no soy el único...
John Lennon.
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